El monte Naranco, el monte Carbayón
El monte Naranco, el monte Carbayón

La vetusta ciudad de Oviedo, o Uviéu en asturiano, es una joya de España que se distingue por su belleza y limpieza. Y lo que hace que esta ciudad sea aún más especial es su entorno natural, pues se ubica en una cuenca rodeada por montañas de la cordillera Cantábrica, a unos 20 kilómetros del mar Cantábrico. De hecho, Oviedo se encuentra en la falda meridional de la sierra del monte Naranco, que se ve desde casi cualquier rincón de la localidad. Además, el monte Naranco guarda algunos de los monumentos prerrománicos más impresionantes de Asturias y España: el palacio de Santa María del Naranco y el templo de San Miguel de Lillo.

Los densos bosques de robles o carbayeras, los prados verdes y los hórreos son solo algunos de los elementos que se funden con la ciudad, proporcionando un ambiente fresco y rural en medio de la urbe. Esta fusión entre lo rural y lo urbano hace que Oviedo sea muy querida por quienes la visitan.

Una de las mejores maneras de disfrutar de la naturaleza, historia y cultura de Oviedo es haciendo rutas por el monte Naranco. Y una interesante opción es subir al Monte Naranco a pie. Este desafiante recorrido de 16 kilómetros, con un desnivel acumulado de 770 metros de subida, parte desde el Parque Purificación Tomás, en el barrio de Vallobín.

Para empezar hay que seguir un sendero que sale por la parte superior del parque hacia la izquierda. Este lleva cómodamente hasta la localidad de Ules. Desde allí, se toma un tramo por carretera hasta llegar a la parte alta, próxima a Brañes. Una vez ahí, se gira a la derecha, tomando los senderos que conducen rápidamente a la cima de la Llampaya, donde finalmente se corona el monte.

A lo largo de la caminata se puede disfrutar de hermosas vistas panorámicas de la ciudad de Oviedo y sus alrededores y, al llegar a la cima del monte Naranco, una impresionante vista de la región será la recompensa. Adicionalmente, arriba se encuentra el Cristo del Naranco o Monumento al Sagrado Corazón de Jesús, que preside la cima y se puede observar desde prácticamente cualquier punto de la capital asturiana.

Así que, exploradores, si os encanta la naturaleza, el senderismo y descubrir nuevos lugares, no podéis dejar de visitar Oviedo y explorar el monte Naranco. De este modo podréis descubrirlo todo sobre la riqueza natural de esta maravillosa ciudad y región, con sus espectaculares vistas panorámicas y su patrimonio arquitectónico. Asimismo, para una experiencia completa, os animamos a hospedaros en nuestro Hotel Vetusta de Oviedo, donde podréis disfrutar de una estancia confortable y acogedora. Al lado del casco antiguo y de muchos comercios, es el alojamiento perfecto para explorar la ciudad y los espacios naturales que rodean Oviedo. ¡No lo penséis más y venid a descubrir Oviedo con Hotel Vetusta!

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